
Lo único que sí sabemos es que tienen a un asesino confeso, a un líder de la otra banda cuadrapléjico, a la lore en Santa Marta, a la familia resignada y a todos los mexicanos encabronados, felicidades, muchachos!

Por otro lado, nuestro secretario de gobernación, como chucho en carnicería, anda más bravo que Giovanni Dos Santos y giró instrucciones para que giraran chingadazos a los narcos, les dijo que no les tenían miedo y que los estaban esperando.
Afortunadamente, nadie lo escuchó porque andábamos distraídos persiguiendo la chuleta por esta méndiga crisis, que si no, nos hubiéramos muerto de risa con la reencarnación de Edgar Vivar en el papel de "Cuico"...
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